La menstruación continúa siendo en muchos países un tabú. Esto unido a la pobreza, las escasas opciones para acceder a productos de higiene menstrual, la inexistencia de lugares para poder cambiarse de manera higiénica o la falta de agua y saneamiento en las escuelas hace que muchas niñas opten por quedarse en casa durante los días de periodo, algo que a largo plazo perjudica su rendimiento académico y su malestar emocional, aumentando las posibilidades de abandono escolar. Esa dificultad para comprar productos de higiene menstrual lleva a un 18% de mujeres menores de 25 años al absentismo escolar

Más allá de la pobreza de periodo, la menstruación continúa siendo un estigma social. Muchas niñas en todo el mundo se sienten avergonzadas cuando tienen la regla por todos los tabúes que lo rodean. Hay culturas que hablan de la “enfermedad de sangre”, otras lo vinculan con lo impuro, para algunas regiones  es una “señal” de que las niñas están listas para el matrimonio o la actividad sexual, lo que las hace vulnerables al matrimonio infantil y la violencia sexual. En otras está directamente prohibido comentarlo delante de hombres y en la mayoría es una etapa de la vida que hay que llevar con discreción. Por todo ello, muchas niñas deciden no acudir al colegio cuando tienen la regla. En otras ocasiones son obligadas por sus progenitores a quedarse en casa.

A ello hay que sumar la falta de información sobre educación sexual y reproductiva tanto a niñas como a niños y sus familias. Esta desinformación alimenta mitos y estereotipos, y todo junto se convierte en un cóctel que merma los derechos de las jóvenes, a las que se daña la confianza en sí mismas y se las niega su derecho a crecer y desarrollarse libres de estigmas.

 Es importante que puedan sobrellevar los días de periodo de manera saludable y segura en su vida y en la escuela.

Falta hablar con naturalidad de la regla en los colegios, romper todos los estigmas sociales que la rodean, aumentar la formación reproductiva y sexual y facilitar el acceso a los productos de higiene. La regla no es motivo de vergüenza. La regla es normal y natural y la especie humana no estaría aquí si la regla no existiera. En mi Centro escolar, no hay productos de higiene femenina en los botiquines, en mi caso cómo profe, muchas veces tuve que darle una compresa a una niña y a otra un ibuprofeno para el dolor 

Varios estudios de organizaciones no gubernamentales denuncian que en algunos países de África las niñas pueden perder una media de 4 días de colegio al mes durante su ciclo menstrual y en el sur de Asia entre 3 y 4 días. En España estos productos tienen un 10% de IVA y son considerados artículos de lujo

Como un ejemplo no muy lejano cuando hubo COVID las mascarillas eran usadas por toda la población, hubo regulación y los productos de higiene íntima se relegan a ser usados por mujeres en un rango de edad desde la infancia a la edad adulta aproximadamente y no fue así.


 Hay niñas que tienen que dejar de ir a la escuela cuando tienen la regla. O que no pueden estudiar ni presentarse a los exámenes por estar embarazadas. O que las adolescentes que sufren matrimonios forzosos tienen más probabilidades de sufrir abandono escolar. Son solo ejemplos de las barreras a la educación que sufren miles de niñas en todo el mundo solamente por el hecho de ser niñas.


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